Mansión de Bella y Damrod

- A donde quieras, pero, ¿Te quedarás conmigo? - Dijo sujetándose a Bella

- ¿A la cocina? - Dije recordando que no había comido nada.

- No - dije rápidamente - No quiero que vos se ensucie sus hermosas manos - Intenté levantarme pero me crujió las espalda y no pude hacerlo.

<<Ensalada tropical de frutas>> pensé - Yo te quiero a ti - dije.

Me paré y abrí los ojos al máximo: - He dicho la parte de voz baja en voz alta, y la de voz alta en voz baja. - Reaccioné rápido y dije:

- Una ensalada tropical de frutas, por favor ^^ - Puse cara de bueno.

- Pues yo te comería a besos - dije murmurando.

Espero a que esté la comida.

- Gracias Bella, te mereces lo mejor - dije sonriendo a Bella. - ¿Te vas o te quedas?

- Bella! - dije haciéndome el enfadado - No aproveches que no me puedo levantar para fregar!. Te dije que tu no tendrías que hacer nada. No eres mi esclava.

- Los matrimonios discuten - dije - nosotros nos llevamos bien, yo te lo digo en broma ^^.

Abre los ojos (Gran película de Amenabar) oí en la mente. Miro a mi alrededor y no había nadie, bajé corriendo al ver que era tarde y me asomé sin hacer ruido a la habitación de Bella. Pude verla descansando aún, tan ricamente como siempre. Bajé a la cocina y le preparé otro groso desayuno como el de el día anterior, solo que ésta vez añadí un poco de jamón ^^.

Subí a su habitación y puse la bandeja en la misma mesa, acerqué una silla cercana, y me senté a su lado, esperando a que se despertara.

- Creo que sigo siendo yo - respondí sonriendo. - Te he traído el desayuno, y esta vez quise dártelo en persona.

- Puedes comer cuanto desees - dije levantándome de la silla - ¿Prefieres que te deje a solas?

- No, me acabo de levantar, y lo primero sos vos, querida - dije sonriendo.

Cogí algo de la bandeja, y me lo eché a la boca.

- Gracias - respondí después de habérmelo tragado. - ¿Esta todo a tu gusto?